Ser un emprendedor no es
simplemente tener una idea de la noche a la mañana y ya. No solo son acciones,
sino una manera de afrontar las cosas, una actitud pero también una visión, una
visión pero también conocimiento e inteligencia. Un emprendedor sabe cómo
encontrar oportunidades en una época tan competitiva como esta, y es por ello
que parece que es él quien tiene todas las buenas ideas.
El Perú es un país que se
caracteriza por la creatividad de su gente emprendedora. Y es que a los
peruanos nos ha tocado vivir épocas tan difíciles que hemos sabido adecuarnos a
ellas y encontrar las maneras más insólitas para poder hacerse de dinero y
salir adelante. Es por ello que a continuación compartimos tres características
básicas de los emprendedores:
Creatividad e intuición: Un emprendedor debe tener la visión y
creatividad suficiente como para ver oportunidades de negocio donde otros no la
ven. Asimismo, debe tener la capacidad para convertir un negocio común en algo
especial, es decir, saber darle valor agregado a las cosas para poder recibir
ganancias. Luego de esto, el emprendedor tiene olfato para decidir en qué, cómo
y cuándo invertir el capital que tiene, ya sea para optimizar el negocio que
tiene o para poder invertir en otra cosa.
Perseverancia: Un emprendedor continúa con lo suyo a pesar de las
dificultades. De hecho, el mundo de los negocios está lleno de frustraciones y
tropiezos. El éxito está en saber levantarse y aprender de esos errores y
seguir adelante. Hay empresarios que se demoran mucho tiempo para conseguir una
empresa realmente grande, y eso solo se logra perseverando en el esfuerzo.
Disciplina y orden: Además de perseverar, es necesario tener una
disciplina y orden que permitan que puedas afrontar de manera ordenada y
sistemática con el plan para hacer crecer tu negocio. Algo que suena mucho en
este respecto es el “plan de negocios”, algo sumamente necesario para poder
desarrollar con orden y disciplina el programa que te propongas, respetando los
plazos, los gastos, etc. Ojo, no se trata de ser totalmente rígido, hay que
darle un espacio a la creatividad, que muchas veces rompe esquemas y termina
haciendo que interrumpas un plan por otro mejor que surge por “inspiración”.